Cuando la Semana Santa se asoma al calendario, algo especial empieza a latir en la provincia de Almería. Es ese instante mágico en que la tradición se funde con la naturaleza, el fervor religioso con la belleza de paisajes eternamente bañados por la primavera, y el incienso que flota en el aire se mezcla con la brisa marina. Así es la Costa de Almería: un rincón del sur donde la emoción cobra vida y cada rincón cuenta una historia.

Desde el Mediterráneo hasta las cumbres más altas, del desierto al mar, Almería es capaz de regalar al visitante las cuatro estaciones en un solo día. Y en ese escenario tan único, la Semana Santa se convierte en mucho más que una celebración: es una experiencia para los sentidos, un reencuentro con las raíces y una invitación a vivir con intensidad una de las fiestas más sentidas del año.
Una provincia que se transforma con la Pasión
Los 103 municipios de Almería comparten una misma devoción, un mismo pulso que se acelera cuando llega la Semana de Pasión. De poniente a levante, cada pueblo y ciudad saca a la calle su alma, reflejada en tallas centenarias, pasos majestuosos y procesiones que despiertan emociones profundas bajo un cielo que rara vez deja de sonreír.
En Vélez Rubio, la Semana Santa declarada de Interés Turístico Andaluz deslumbra por su solemnidad. Huércal-Overa eleva la pasión a categoría nacional con sus imágenes firmadas por grandes maestros imagineros como Salzillo o Bellver. En Cuevas del Almanzora, más de mil nazarenos y ocho bandas de música convierten la ciudad en un escenario inolvidable de fe y entrega.

Tradiciones que regresan con el alma
En Sorbas, muchos cofrades regresan cada año solo para cumplir con su promesa, con su historia. Mientras, en Roquetas de Mar, los legionarios velan al Cristo de la Buena Muerte en uno de los actos más sobrecogedores y esperados. Y en Berja, la emoción se respira en cada esquina, como si el tiempo se detuviera para contemplar la devoción de su gente.
Más al interior, Laujar de Andarax sorprende con su Vía Crucis viviente, único en la provincia, que se adentra en plena naturaleza por la ancestral Vía Sacra. Una celebración que lleva más de 300 años latiendo en el corazón de la Alpujarra almeriense.
La Pasión hecha teatro
Almería también sabe narrar su fe con arte dramático. En Abla, el Viernes Santo cobra vida con una representación llena de fuerza y sentimiento. En Adra, el Domingo de Resurrección se convierte en una escena conmovedora donde la Virgen y el Resucitado se encuentran entre aplausos, lágrimas y vítores.
Y en la comarca del Bajo Andarax, el pueblo de Gádor se transforma en una Jerusalén viviente gracias a cientos de actores que hacen de su Representación de la Pasión uno de los grandes espectáculos de esta tierra, donde el pasado y el presente se dan la mano.

Almería capital: corazón abierto al viajero
La ciudad de Almería, en estos días, late con más fuerza. Desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, más de veinte cofradías recorren sus calles en una explosión de arte, emoción y espiritualidad. El Paseo de Almería y la Plaza de la Catedral se visten de solemnidad y color en una Semana Santa declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, que convierte la ciudad en un auténtico museo al aire libre.

Un verano adelantado en tierra de contrastes
Pero Almería es mucho más que sus procesiones. Es también esa sensación de libertad que solo se siente al caminar por sus más de 200 kilómetros de costa bañados por el sol. Calas escondidas, playas infinitas, atardeceres que no se olvidan y una gastronomía que enamora desde el primer bocado.
Del mar a las montañas, en menos de una hora, el viajero puede pasar de las cumbres nevadas a zambullirse en el Mediterráneo. Y para quien quiera llevarse un pedazo de esta tierra, nada como descubrir los productos del sello gourmet Sabores Almería —ya sea en el Espacio Gastronómico del Paseo de Almería o a un clic en su tienda online—, sin olvidar una visita al nuevo Museo del Realismo Español Contemporáneo (MUREC), joya cultural que se suma a la oferta vibrante de la capital.
Almería te espera con el alma abierta, el sol en la piel y el corazón lleno de historia. Esta Semana Santa, vive un destino donde la fe, la belleza y la emoción caminan juntas.