La empresa Funtausa, bajo la dirección de la prestigiosa Casa Matilla, será la nueva encargada de gestionar la plaza de toros de Almería tras alcanzar un acuerdo con la familia Cuesta, propietaria del coso. Esta incorporación supone un importante movimiento estratégico que vincula a la capital almeriense con el exclusivo grupo de plazas que ya administra el equipo salmantino, como Jerez de la Frontera, Castellón y Granada.
La noticia ha sido recibida con ilusión por parte de los aficionados almerienses, especialmente tras una etapa reciente marcada por una gestión de Lances de Futuro que dejó bastante que desear, generando descontento por la falta de ambición y calidad en los carteles de las ferias pasadas. Esta nueva etapa representa una bocanada de aire fresco y una oportunidad para recuperar el prestigio y la emoción que la Feria Taurina de Almería merece.
El acuerdo, firmado para la próxima temporada, implica que la Casa Matilla se hará cargo de todo el proceso organizativo: desde la contratación de figuras y ganaderías hasta la planificación general de los festejos. Su amplia experiencia en el sector taurino garantiza profesionalismo y una visión renovada, respetando la tradición pero apostando también por la innovación. La familia Cuesta, por su parte, mantendrá la propiedad del coso, consolidando así una fórmula de colaboración que promete dar frutos a corto y largo plazo.
Un nuevo impulso para la Feria de la Virgen del Mar
La Feria de la Virgen del Mar, uno de los eventos más importantes del calendario festivo de Almería, celebrada cada año durante la última semana de agosto, contará ahora con el respaldo de una de las casas empresariales más consolidadas del toreo. La comunidad taurina local espera con expectación los primeros movimientos de la nueva empresa, que ya ha adelantado su intención de dar un giro de calidad a todos los aspectos del espectáculo.
Más allá de los carteles, la nueva gestión también se centrará en mejorar la experiencia del espectador, optimizar los servicios y reforzar la comunicación para atraer tanto al público tradicional como a nuevas generaciones de aficionados. La intención es clara: recuperar la plaza como un referente en el circuito taurino nacional y asegurar un futuro sólido para la tauromaquia en la ciudad.
En los próximos meses se conocerán los primeros detalles de la feria de agosto, la gran prueba de fuego para la Casa Matilla en Almería. De su éxito dependerá en gran parte la recuperación de la confianza de los aficionados y la consolidación de un proyecto que, por fin, parece estar a la altura de lo que Almería merece.
